Sitges ’09: Primer asalto

Publicado: octubre 4, 2009 en Cine, Festivales

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Pues ya está, ya se nos ha terminado el primer fin de semana en Sitges. Por Eru que estamos cansados, reventados, hechos puré, pero contentos y preparando ya el próximo fin de semana. Porque la cosa ha salido considerablemente bien.

El sábado por la mañana, al llegar lo primero que pensé fue un «¿qué puñetas pinta tanta adolescente aquí?». Pobre de mí. No sabía yo que las hordas crepusculeras habían tomado Sitges, dispuestas a asaltar el Auditori, donde se proyectaba algo relacionado con la tontería esa de los vampiritos emos; menos mal que la histeria y los rasgamientos de vestiduras duraron poco, lo que pasa es que, cuando en pleno auge del festival, te cruzas con tres chicas de entre veintimuchos y treintaypocos vestidas con camisetas de la cosa esta te pasan preguntas muy «profundas» por la cabeza: ¿será una broma? ¿Será la crisis de los 30? ¿Seré yo la rara por no verles la gracia a los muchachitos asexuados estos? Difícil incógnita esta…

A lo que iba. Lo siguiente que descubrí al llegar a Sitges fue que hacía un calor del carajo. Joder, ¿qué se había estropeado aquí? ¡Que no es normal que en octubre haya 25 grados de temperatura, por muy en la costa que estés! Los que me conocen saben que soy extremadamente sensible al calor, y lo de tener que ir de aquí para allá corre-corre-que-no-llegamos-a-la-siguiente-peli con semejante calor me ha dejado muy tocada. Sobre todo porque el Auditori del Meliá está en lo que debe de ser el punto más alto de todo Sitges, sin una puñetera sombra (gracias a la organización por esos benditos toldos, porque si no hacer cola para entrar sería un infierno) y a tomar por saco del resto de los edificios del festival, con lo que acabas con unos gemelos del tamaño de cabezas de bebés.

La primera película que vimos, «The Countess», confirma mi imperecedera devoción por Julie Delpy, una actriz del todo infravalorada, que no tiene nada que envidar a compatriotas suyas como Marion Cotillard (otra de mis actrices favoritas) o Audrey Tautou. Simplemente fantástica, y la película, aunque con ciertos altibajos, me pareció estupenda (aunque haya oído por ahí que fue aburrida y fría, a mí me pareció un what if histórico ejemplar).

La proyección de «Grace» trajo una agradable sorpresa de por medio (lo que tiene no mirarse mucho el programa): la entrega del Premi Màquina del Temps nada menos que al legendario Herschell Gordon Lewis. ¿Y quién es este señor? Pues este señor es el padre del gore y el splatter, alguien que se atrevió a llevar el cine de terror a extremos a los que nadie había ido hasta entonces, y sin el cual gente como Sam Raimi o Peter Jackson no hubieran llegado jamás a donde están. Chapeau por la organización, pues Mr.Lewis es alguien con quien todos los aficionados al cine de terror estamos en deuda.

Tras la proyección del interesante corto «2:22» tuvimos la oportunidad de ver «Grace», esperadísimo debut de Paul Solet del que también he oído algún que otro despotrique, pero que a mí personalmente me ha encantado. Como los comentarios los dejo para la crítica, señalar sólo la impresión que me llevé al ver a Solet en persona: que el que ha demostrado una comprensión tan profunda y respetuosa de la psicología femenina sea un gacho tatuado hasta en las pestañas, vestido con camiseta imperio y sombrerito de mafioso de Miami es algo que no puede más que dejarte K.O. Eso sí, fue de lo más agradable, sobre todo teniendo en cuenta la extraordinaria mala educación de un grupito de idiotas situado más o menos en el sector derecho de la sala, que se dedicaron a reír, silbar y abuchear como si tuvieran puta gracia. Luego nos quejamos de que nos consideran cutres y gañanes, pero joder, es que desde luego hay quien se lo gana a pulso. Sólo espero que tanto Solet como el venerable Mr.Lewis comprendieran que se trataba de un grupo de gañanes aislados y no nos midan a los demás por el mismo rasero.

La tercera película del sábado fue «Pandorum». Curiosamente, esta sí ha gustado en los mismos sectores donde no gustaron ni «The Countess» ni «Grace»; lógicamente, por tanto, a mí no me gustó. Lo siento porque era una película que me llamaba mucho la atención, y el director, Christian Alvart, me cayó la mar de bien, pero es que estoy un poco hasta las narices del tema de la paranoia espacial («Sunshine» fue demasiado para mí). Además, sigo sin verle el lado héroe a Ben Foster, por mucho que los directores para los que trabaja se empeñen.

La mañana de hoy ha sido más tranquila: hemos hecho sesión doble con «Nightmares in Red, White and Blue», un magnífico documental sobre la evolución del cine de terror americano desde los albores del cine hasta la actualidad, presentado nada menos que por el mismísimo Tony Timpone, director y mandamás de la revista Fangoria (no sé que edad tendrá Timpone, pero dudo que tenga más allá de 40-45 años, por lo que el hecho de que lleve 25 trabajando para Fango me ha dejado a cuadros). Basado en el libro homónimo de Joseph Maddrey, excelentemente narrado por Lance Henriksen (el Bishop de «Alien»), e incluyendo montones de declaraciones de gente del calibre de George A.Romero, John Carpenter, Joe Dante o Roger Corman (además del propio Timpone), es, con mucho, el mejor documental que haya visto sobre cine de género en… bueno, desde siempre. La sesión se ha completado con el pase de «Pesadilla en Elm Street» (que, aunque no lo creáis, Dunlord no había visto nunca. Sí, ya sé, es para pegarle, pero…), contando con la ilustre presencia de John Saxon (también conocido como «el blanco de «Operación Dragón»«, y que en la peli de Craven interpreta al padre de la protagonista, Heather Langenkamp). Qué tío más majo, más agradable, más… un encanto, vamos. Se las ha apañado para hacer un mini-Q&A con el público aún cuando no estaba previsto (entre otras cosas porque en Sitges no se hacen Q&A, algo que la organización debería plantearse muy seriamente empezar a hacer, porque es una pena perderse rondas con algunas de las personas que vienen al festival), y se ha metido al público en el bolsillo. De «Pesadilla en Elm Street» qué os voy a contar que no sepáis ya… Sólo secundar lo que Tony Timpone ha comentado al acabar la proyección: «No entiendo por qué quieren hacer un remake de esto». Ciertamente, es una chorrada, ya que es imposible hacerlo mejor (y, con mis respetos para Jackie Earle Haley, no tiene ni una milésima parte del carisma de Robert Englund).

Y hasta aquí hemos llegado. Lamentablemente, no hemos podido pasarnos por el panel que Fangoria tenía preparado para hoy (estábamos demasiado cansados y mañana hay curro), lo que me ha jodido cantidad porque esperaba con candelitas pillar por banda al señor Neil Marshall, presidente del jurado y director de ese par de grandiosas películas llamadas «Dog Soldiers» y «The Descent». La semana que viene habrá más, mucho más: «Zombieland», «The Imaginarium of Dr.Parnassus», Ivan Reitman, la Zombie Walk… Que los dioses nos pillen confesados.

comentarios
  1. dunlord dice:

    ¿I qué que no haya visto hasta hoy pesadilla en elm street? Un despiste lo tiene cualquiera…

  2. wurtz3l dice:

    A cualquier cosa lo llamas tú despiste…